Inteligencia Emocional
Más allá de lo que aprendes está el cómo eso te hace sentir
La Inteligencia Emocional atiende
no solamente factores del currículo en
el ámbito académico, sino también el
desarrollo intrapersonal e interpersonal, como parte motivacional
del aprendizaje.
Es una herramienta interesante que en los últimos años se ha colocado en una posición preponderante en relación al impacto que genera en el aprendizaje el manejo efectivo de las emociones a partir de su identificación personal, así como la identificación de las emociones de quienes nos rodean
Nuestros niños acuden a la escuela manifestando cada uno una emoción relacionada con su vivencia. Llegan tristes, enojados, temeroso, decepcionados, frustrados, felices, amorosos, enérgicos, motivados, reconfortados... Identificar con precisión la emoción que está experimentando es importante para poder hacer frente: Cambiar o reafirmar.
- En primer lugar,
nosotros mismos hemos de desarrollar
nuestra IE.
- Los niños y niñas aprenden con el ejemplo.
- Muestre siempre
una actitud positiva ante la adversidad.
- Aprenda a ver lo bueno en todo.
- Utilice
expresiones que reafirmen emociones positivas.
- Concédales
tiempo para reconocer y expresar lo que siente.
- Preste atención a cómo escucha.
- Utilice estrategias didácticas para el manejo de
emociones. Respirar y contar hasta 10 es una buena opción.
- Utilice comparaciones (colores, animales, objetos) con
los que ellos se puedan identificar al sentir una emoción negativa y vaya
suavizando el tono, la textura y /o características del evento utilizado
- Ayúdelos a
ampliar su perspectiva de las cosas, así podrán comprender que siempre hay una
buena opción